Los usuarios valoran cada vez más la comodidad y facilidades que comporta tener una identidad digital, y su uso aumenta día a día para acceder a nuevos servicios o digitalizar las gestiones diarias. Por otra parte, con los crecientes índices de cibercrimen también está aumentado la preocupación por la seguridad de la información personal y financiera.
Sin embargo, ¿somos los usuarios realmente conscientes de lo que significa e implica tener una identidad digital? Según el reciente estudio de Mitek Digital Identity 2020 - Drivers and Challenges, todo el mundo tiene su propia versión soe lo que es y para qué se utiliza la identidad digital. Los usuarios están confundidos, a la vez que preocupados por los riesgos a los que pueden estar expuestos. Pero esto no es un impedimento para que la identidad digital cada vez se utilice más en el día a día.
Una de las principales conclusiones del estudio es que, a pesar de que los usuarios están muy preocupados por la seguridad de sus datos, están dispuestos a sacrificar una cierta seguridad en servicios que les faciliten el día a día.
Por otra parte, quizás los usuarios están asumiendo riesgos innecesarios: El estudio pone de manifiesto que muchos usuarios todavía prefieren los métodos de verificación de la identidad tradicionales, como el password, la firma digital o la validación presencial de documentos, por encima de tecnologías más seguras como la biometría.
Los usuarios perciben estos sistemas tradicionales como más seguros, por una cuestión de hábito y porque sienten que tienen más control soe, por ejemplo, un password, que pueden cambiar en cualquier momento, que soe sus datos biométricos, que no saben cómo se tratan y utilizan, y por supuesto no pueden modificar en caso de que haya una echa de seguridad. De hecho, solo el 17% de usuarios prefiere verificar su identidad a través de biometría o similar.
Pero probablemente la desconfianza también viene dada por una falta de información soe los riesgos reales de una y otra tecnología. En este sentido, cabe reflexionar soe el papel de las empresas en comunicar mejor los riesgos de los sistemas tradicionales, y los niveles de seguridad, además de la comodidad, de nuevas tecnologías de verificación de la identidad.
Principales preocupaciones del usuario soe el uso de la identidad digital.
Las empresas están invirtiendo cada vez más en nuevas tecnologías con reconocimiento facial, escáner de retina o escáner de huella dactilar o huella manual. El mercado global de la biometría se espera que valga más de 59,43$ billones para el 2025 (Global Biometric Technology Market Expected To Reach Around USD 59.43 Billion By 2025: Zion Market Research). Pero, por otra parte, si bien es cierto que su uso por parte del usuario está creciendo, todavía hay una falta de confianza general en las tecnologías biométricas, lo que retrasa su adopción en el mercado.
En este sentido, la inversión de las empresas en comunicar las ventajas de estas tecnologías beneficiará tanto al usuario, propiciando la adopción de sistemas más seguros, rápidos y cómodos, como a la empresa, reduciendo el riesgo y las pérdidas por fraude y mejorando los procesos de onboarding.