Imagina no tener una identidad oficial y verificable. Si bien la propia identidad no la puede dar ni quitar nadie, vivir sin una identidad reconocida (también conocido como «pobreza de identidad») es una realidad para casi 1100 millones de personas en todo el mundo, de acuerdo con el Banco Mundial.
Este 1/7 de población mundial no reconocida oficialmente debido a la ausencia de una identidad verificable está excluido de poder acceder a muchos derechos y privilegios, entre los que se incluyen:
- Comercio electrónico
- Sanidad
- Participación socio-política
- Educación
- Viajes
- Empleo
- Posesión de propiedades
- Prestaciones del Estado
Es un problema que afecta de forma desproporcional a comunidades ya desfavorecidas. Muchas de las personas que carecen de una identidad verificable viven en economías de ingresos bajos, y este agravio adicional solo perpetúa el ciclo de pobreza invisible en estas comunidades. Y lo que es aún peor, mientras el mundo continúa su transformación digital, la actual «brecha digital» solo intensifica este problema.
Para realmente empoderar y hacer partícipe a esta parte de la población, es imperativo que tanto los gobiernos como los líderes empresariales potencien la tecnología que democratizaría el acceso sin ceder el control a una única organización o entidad.
Convirtiendo la Self-Sovereign Identity en una realidad
La Self-Sovereign Identity ('identidad soberana'), conocida como SSI, es un tipo de identidad descentralizada que evita que la información de la identidad se recopile y almacene en grandes bases de datos centralizadas.
En su lugar, con la SSI, la información de identidad sensible permanece con la persona, normalmente en un «monedero» seguro que existe en su dispositivo móvil con los datos identificativos subyacentes almacenados en un enclave seguro dentro del dispositivo.
Al aprovechar un conjunto de estándares cada vez mayor de organizaciones como el World Wide Web Consortium, la Internet Engineering Task Force y la FIDO Alliance (por nombrar algunas), tanto los proveedores de servicio como los usuarios finales pueden beneficiarse de la SSI. Los dos beneficios principales son:
- Los proveedores de servicio pueden añadir de una forma más fácil y segura nuevos clientes a su sistema.
- Los ciudadanos pueden mantener la titularidad de su información personal mientras experimentan mucha menos fricción en el proceso de onboarding.
Es una situación ventajosa para todos.
Para aquellas personas que no conozcan el concepto de SSI, puede ayudar la definición de cómo vemos la identidad en el mundo digital. La información de identidad verificable puede clasificarse en tres categorías: algo que sabes, algo que tienes y algo que eres.
- Algo que sabes: nombre de usuario, contraseña, tu mejor amigo en el instituto, tu primer coche, etc.
- Algo que tienes: una llave física, un token de seguridad físico o un documento identificativo expedido por el gobierno.
- Algo que eres: biometría (rostro, ojo, voz, dedo, palma), dispositivo biométrico, biometría del comportamiento.
La práctica recomendada es contar con al menos dos de las tres opciones anteriores. Sin embargo, como hemos visto, la información dentro de la categoría «algo que sabes» no es muy segura. Debemos avanzar para centrarnos en las otras dos formas más seguras de verificar identidades.
Mitek ofrece una solución que conecta «algo que tienes» con «algo que eres». Cuando envías un documento identificativo con un selfie (la protección contra la suplantación de identidad hace que el selfie sea más sólido), ambos se vinculan, lo que crea un conjunto fuerte de atributos de identidad relacionados. La clave es que ninguno de los dos por sí mismos son suficientes para comprobar la identidad, pero una vez han sido verificados, se pueden utilizar de forma independiente en las autenticaciones.
Innovación para una economía más equitativa
Tener acceso a los servicios digitales de hoy en día debería ser un derecho humano fundamental, y estos derechos necesitan el apoyo de la tecnología y las políticas.
Rehacer completamente los sistemas tradicionales en cuanto al acceso de identidad (y los aspectos tan personales que intervienen en la identidad) no es en absoluto imposible. Sin embargo, es un problema muy complejo que requiere la colaboración de líderes tecnológicos y civiles para solucionarlo. Es improbable que los avances en las identidades digitales prosperen si no ampliamos los límites de las tecnologías que democratizarán el acceso a los servicios digitales completamente inaccesibles para un gran porcentaje de la población.
Hacer posible una identidad digital autosoberana para todos requerirá la concretización de soluciones innovadoras en distintos canales y puntos de contacto respaldada por una estrategia de implementación integral que migre activamente los consumidores al ámbito digital.
Cambio del statu quo
Las sociedades están avanzando tecnológica y socialmente a un ritmo sin precedentes. Es tarea de los innovadores garantizar que este crecimiento es inclusivo y accesible para todos. Esto solo podrá originarse con un cambio basado en la tecnología del statu quo.
Para conseguirlo, recomiendo que los negocios aprovechen las identidades digitales, colaboren con otros para desarrollar estándares mundiales de identificación digital y se asocien con gobiernos locales y federales para establecer una infraestructura y programas de identificación digital equitativos.
El cambio empieza con nosotros. Así que, ¿cómo piensas empoderar a aquellas personas con pobreza de identidad y luchar contra el círculo vicioso de la pobreza invisible? ¿Quién debería asumir el papel de líder? ¿Qué tácticas o soluciones crees que serán más eficaces?
Artículo original de Stephen Ritter, CTO de Mitek.